Capítulo 220
Capitulo 220: Pidiendo Disculpas Públicamente
Marc se quedó paralizado por un momento, mientras Valentina lo miraba fijamente, él no se atrevió a mentir.
-No… no lo es.
-Entonces, ¿quién te envió aquí?
Don Raúl elevo ligeramente el tono de voz. Al mismo tiempo, echó un vistazo en una dirección especifica. Esa mirada hizo temblar el corazón de Lucia, temiendo que Marc la delatara.
Marc no se atrevió a pronunciar el nombre de la señorita Lucia, solo podia buscar ayuda con la mirada hacia Valentina.
-Valen…
Esperaba que Valentina le ofreciera una salida. Creía que con solo una palabra de Valentina, Don Raúl no solo dejaria de presionarlo, sino que incluso le ofrecería algo de respeto.
Valentina frunció el ceño, no queria arruinar el ambiente de la fiesta. Pero estaba clara de las intenciones de Marc, definitivamente no podia permitir que siguiera aprovechándose del nombre de la familia Valenzuela para engañar a otros.
Valentina levantó su copa de vino, sonriendo a los presentes.
-Disculpen, aunque mi apellido es Su, no tengo ninguna relación con este señor Marc desde hace tiempo. Tal vez no fui de su agrado, hace unos meses, me expulsó de la familia Lancaster.
Valentina no temía que esos asuntos la avergonzaran.
La opinión pública siempre favorece a quien tiene el poder, y ella estaba agradecida por el poder de palabra que le brindaba la familia Valenzuela.
Efectivamente, los presentes comenzaron a murmurar entre ellos.
-¿Cómo podría la señorita Lancaster ser considerada irresponsable si Don Raúl la valora tanto?
-Es verdad, la señorita Lancaster es hermosa y parece amable, tal vez haya algo oculto.
Entre los presentes, habla personalidades importantes tanto de la industria de Coralia como de
Guadalajara.
No sabían mucho sobre Marc. Al escuchar estas palabras, el rostro de Marc cambió instantáneamente.
-Valen, sobre lo pasado, hubo algunos malentendidos.
Marc estaba furioso por dentro, pero este era el territorio de Valentina, y con Don Raúl presente. Si quería obtener algún beneficio, tenia que seguirle el juego a Valentina. Internamente, Marc insultó a Valentina varias veces, pero su rostro mostraba una sonrisa.
-Lo pasado, pasado está. Hoy es una buena oportunidad para disculparme…
Mientras hablaba, Marc tomó una copa de vino de un camarero.
-Valen, perdona lo que hizo tu padre en el pasado. ¿Entre padre e hija puede haber rencores que duren una noche? Aqui, yo beberé primero.
Marc echó hacia atrás la cabeza y se bebió el vino de un trago. Valentina no esperaba que él, en su intento de acercarse a la familia Valenzuela, se disculpara con ella.
Marc había sido tan frío con ella antes, pero al final, solo tenía en cuenta sus propios intereses. Ningún interés, ningún esfuerzo, eso lo describía perfectamente.
Valentina podría no importarle que Marc la hubiera expulsado, o incluso no preocuparse por su indiferencia a lo largo de los años. Pero la última vez, él amenazó a su madre…
Al pensar en eso, Valentina simplemente no podía dejar pasar las cosas. Viendo a Marc beber tres copas seguidas, con una sonrisa en su rostro como si esperara que ella hablara y dejaran atrás sus diferencias, todos esperaban ver una escena de reconciliación entre padre e hija. All text © NôvelD(r)a'ma.Org.
Pero de repente, Valentina preguntó:
-¿A cuál de las cosas te estás disculpando?
Marc se quedó en shock por un momento. No reaccionó de inmediato, y luego escuchó la voz de
Valentina de nuevo:
-¿Es porque vaciaste la compañía que dejó mi madre, dejándome un desastre? ¿O porque te llevaste el dinero que extrajiste para fundar una nueva compañía?
-¿0 porque usaste a mi madre para amenazarme y pedirme cinco mil millones?
El tono de Valentina era extremadamente calmado. Pero las palabras que dijo dejaron a todos en
shock.
De repente, la manera en que todos miraban a Marc estaba llena de desdén. La expresión de Don Raúl se volvió aún más sombria.
-¿Cómo usaste a su madre para amenazarla? -Don Raúl estaba claramente furioso.
La madre de Valentina y su hija compartian la misma fecha de nacimiento, y fue asi como se conocieron, por lo que cualquier asunto relacionado con su madre naturalmente lo hacia querer
averiguar más.
Valentina sotto una sonrisa serena.
Lo único que me dijo fue que si no le doy clen millones de dólares, iba a desatar su furia contra la tumba de mi madre…
Qué sinvergüenza, ni a los muertos respeta.
–Senorita Lancaster, desde mi punto de vista, gente asi ni merece una disculpa, ni mucho menos
aceptación.
—Exactamente, señor Marc, si yo fuera usted, me darla vergüenza hasta presentarme ante su hija.
Todos los presentes eran gente acostumbrada a manejar grandes asuntos y a usar cualquier medio necesario, pero incluso ellos despreciaban las acciones de Marc.
La cara de Marc se torno sombría.
En circunstancias normales, ya habria soltado un golpe en la cara de Valentina. Pero con tantal gente alrededor, sabia que no le convenía hacer un escándalo.
¡Que saque a este hombre de aqui!
Don Raúl ya no pudo contenerse. Pensando en algo, frunció el ceño.
-¿Ha fundado una nueva empresa? ¿Cómo se llama? Investiguenlo…
Sus palabras insinuaban una clara intención de boicot.
Marc sintió un escalofrio.
Instintivamente, quiso suplicar clemencia al darse cuenta de que los guardias de seguridad se acercaban para arrastrarlo fuera de la villa.
-¡Maldita Valentina! -Marc estaba furioso.
Jamás imaginó que Valentina no le daría ni la más mínima oportunidad.
De haberlo sabido, no habria venido con buenas intenciones a disculparse, sino que habría
arruinado la fiesta de Valentina.
Habría destrozado la reputación de Valentina y visto cómo se las arreglaba en el sector. Pero ahora, ni siquiera podia entrar a la villa.
-Aitana…
Marc penso en Aitana, quien habla venido con él esa noche, y solo entonces se dio cuenta de que
desde que entraron a la villa, no habla vuelto a verla.
Si lo habian echado a él, ¿sería posible que Altana también estuviera en problemas?
Con ese pensamiento, sacó su teléfono de inmediato y llamó a Altana.
En ese momento, Aitana estaba en el baño. Después de entrar a la villa, se habla mantenido oculta para no levantar sospechas en Valentina, lo cual no seria beneficioso para sus planes esa
noche.
Al ver la llamada de Marc, Aitana contestó con reluctancia. La voz ansiosa de Marc se escuchó.
-Aitana, ¿dónde estás? Me han echado, tienes que buscar la forma de salir. Esa Valentina es un monstruo sin corazón, no me ha dejado ni un poco de dignidad, y podría hacerte algo…
Aitana era lo que más quería Marc.
-¿Me han echado? -Aitana se mostró sorprendida.
Pensó para si misma que Marc ni siquiera podía causar problemas sin complicar las cosas. Pero luego, con una sonrisa astuta, dijo:
-Papá, lamento que te hayan tratado así. Hoy se atrevió a echarte, pero pronto encontraré la manera de hacer que te invite de nuevo.
No era tanto por vengar a Marc. Más bien, quería ver a Valentina fracasar. Marc no tomó muy en serio sus palabras, consciente de que la posición actual de Valentina no era como antes.
Pensando en que la empresa de joyas para su hija Aitana podría ser atacado, Marc aún se sentia
frustrado.
-Niña, siento haberte fallado, no debí haber venido esta noche. No solo me echaron, sino que también puede que tu empresa esté en peligro.
-¿Qué quieres decir?
-Por cómo hablaba don Raúl, parece que quiere ir tras la empresa…
Al escuchar esto, Aitana soltó una risa fria, sin mostrar preocupación alguna.
-Papá, no te preocupes, él no se atreverá a tocarla. Más aún, probablemente termine
adorándola.