Capítulo 23
Capítulo 23
Capitulo 23 Evrie paso el dia distraida por la llamada de ayer.
Aunque no queria retrasar el trabajo, encendi6 su celular por un momento y las llamadas de Marcela no tardaron en llegar, sonando una tras otra.
No tuvo mas remedio que apagar el teléfono de nuevo.
Ayer habia terminado de medir el tercer piso y hoy habia pasado todo el dia en el sexto, sin volver a ver a
Farel.
Al salir del trabajo por la noche, Leandro Reyes aparecié de repente en el hospital para recoger a Evrie personalmente. -Sefior Reyes, gqué hace usted aqui? -Evrie se sorprendié al verlo.
-Terminé mis asuntos y vine especialmente a buscarte para cenar. Siempre te descuidas con la comida, me tienes preocupado. ~Como no iba a venir a asegurarme de que estas comiendo bien? -Leandro brome6 a medias.
Evrie se sintié bastante avergonzada.
Llevaba apenas dos dias trabajando y ya estaba comiendo constantemente a costa de Leandro, siempre iba a restaurantes de lujo, algo que no se habria permitido ni en un afio cuando estaba estudiando.NôvelDrama.Org © 2024.
-Sefior Reyes, en realidad mi estémago no es tan delicado. El hospital me dio una tarjeta para la afcafeteria y he estado comiendo bien estos dias. No esta bien que usted siempre pague. —
-Bah, es solo un poco de dinero, no es gran cosa. -Leandro hizo un ademan despreocupado, sin darle pimportancia- Ya que estoy aqui, gme darias el placer de acompafiarme a cenar esta noche, mi joven
aprendiz? —
cDicho asi, Evrie no pudo negarse y asintid sin mas.
E-Esta bien, pero cuando reciba mi salario, insisto en invitarlo a cenar, Sefior Reyes. Eso espero, me debes una cena. —
eabeandro sonrié sinceramente y luego tom6 la caja de herramientas de Evrie, saliendo Sebe for Reyes, déjerne llevar mi caja de herramientas.-
vevem estaba nerviosa, como podia permitir que su jefe llevara sus herramientas?
Es dis cantente peleada para una chica. Cuando hay un hombre cerca, no tiene sentido que un eve.vd.eebodo sonrié relajado- Solo sigueme y acostumbrate. No te estreses tanto. —
Versescopiovilegiada.
Senor for wees ens realmente bueno, el mas amable y comprensivo de los maestros que habia ondendoido
su coresen, on, and sitenciosamente: jEvrie, animo, trabaja duro y recompensa al Sefior Reyes!
erar atestactosonamento subterraneo, Leandro acababa de arrancar el motor cuando un Range Rover egro se enojustusid deteste din elico, con una plaga que no podia ser mas familiar. Leandro bajo la
-Farel, gya termindé por hoy? —
Farel miré a través de la ventana bajada y vio a Evrie en el asiento del copiloto.
Sus ojos se detuvieron en ella por un segundo y le respondio con indiferencia: -Si. — -Voy con Evi a cenar al Gran Arce, g quieres venir con nosotros? -le preguntd Leandro.
La mirada de Farel volvié a pasar por Evrie, quien deliberadamente miré hacia otro lado, mostrando claramente su deseo de evitarlo.
Qué manera de rechazarlo, como si fuera una bestia salvaje. Farel esbozo una sonrisa fria y aparté la mirada: -No, tengo cosas que hacer.
Sin insistirle, Leandro asinti
: -Esta bien, entonces sigue adelante con lo tuyo. —
Los dos autos salieron uno tras otro del estacionamiento, y el Range Rover negro rapidamente desapareci en el trafico. Evrie suspir6 aliviada y se relajo completamente en el asiento del copiloto.
Qué alivio, menos mal que él no estaba.
De lo contrario... la presion seria demasiado.
Siempre sentia que cuando estaba con Leandro, las miradas de Farel eran sutilmente penetrantes, lo que la hacia sentir insegura.
-Por cierto, Evi, gconocias al Dr. Farel de antes? -Leandro le pregunto de repente.
Evrie se sobresalt6 y nego con la cabeza: -No, no lo conozco. gPor qué me lo pregunta, Sefior Reyes? — -Nada en particular, solo que me parecié extrafia la manera en que te miraba. -Leandro sonrié- Pero conozco a ese tipo de persona, es frio y distante, como agua corriente, tampoco le interesan las mujeres, es muy aburrido. Probablemente no te hara nada. —
Evrie mordié su labio, sin atreverse a decir ni una palabra.
De repente, se dio cuenta de que, al parecer, los demas no conocian tan bien a Farel. Al menos en lo que respecta a mantenerse alejado de las mujeres...
Media hora mas tarde, el auto se detuvo frente a la puerta de Gran Arce.
Leandro ya habia reservado la mesa, y Evrie lo siguié al interior. El estilo del restaurante era atin mas elegante que el de la ultima vez. Una hermosa melodia de piano llenaba el ambiente y los meseros eran de lo mas corteses.
Era la primera vez que Evrie visitaba un restaurante tan exclusivo y, naturalmente, se sentia un poco incémoda.
Leandro la cuidaba mucho, le explicaba los platos emblematicos del lugar y hasta le ayud6 a pedir algunas especialidades, aliviando asi la indecisién de Evrie.
El camarero se llevé el menu.
No pas6 mucho tiempo cuando, de repente, dos personas aparecieron en la mesa de al lado. Eran tan llamativos que Evrie no pudo evitar echarles un vistazo.
Y con esa mirada, perdid toda su compostura.
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