Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 58



apítulo 58

A la mañana siguiente, Natalie recibió una llamada de Josefina.

-Natalie, he recibido una invitación de un viejo amigo para pasar este fin de semana en un resort. ¿Tienes tiempo? ¿Te gustaría venir conmigo? Escuché que allí se puede montar a caballo y también tienen un parque de diversiones.

Inicialmente, Josefina no tenía intención de ir, pero al enterarse de estas actividades, pensó que podría ser una buena oportunidad para que Natalie se relajara. Además, consideró invitar a Leonardo también, con la esperanza de que tal vez pudiera ayudar a reparar su relación.

Natalie mostró una expresión de sorpresa y, tras pensar un momento y confirmar que no tenía planes para el fin de semana, aceptó la invitación.

-Claro, ¿debo pasar por ti o nos vemos directamente en el resort?

-Te recogeré en tu villa.

Natalie dudó unos segundos antes de hablar de nuevo, -Abuela, en realidad ahora estoy viviendo en el norte de la ciudad.

Josefina frunció el ceño, -¿Te has separado de Leonardo?!

Pensando en la actual relación entre ellos, Natalie no estaba segura de cómo explicárselo a Josefina, así que respondió de manera evasiva, -No exactamente, es solo que este lugar está más cerca de mi trabajo actual, así que decidí vivir aquí.

-¡Qué absurdo! ¿Cómo pueden los esposos vivir separados? ¡Y ahora que Matilda ha vuelto, qué pasaría si aprovecha tu ausencia para intervenir?

Natalie apretó los labios y habló en voz baja, -Abuela, no te preocupes por esto, Leonardo y yo lo manejaremos.

-Si realmente pudieran manejarlo bien, no estarían viviendo separados. Voy a llamar a Leonardo. Si no te trae de vuelta pronto, ¡no lo dejaré pasar!

-Abuela…

Natalie empezó a hablar, pero Josefina ya había colgado el teléfono.

Cuando Natalie intentó llamar de nuevo, la línea estaba ocupada, lo que claramente indicaba que Josefina ya estaba llamando a Leonardo.

Con una sensación de impotencia, Natalie suspiró y dejó su teléfono a un lado para empezar a

prepararse.

No fue hasta que estaba lista para salir que notó que Leonardo le había enviado varios mensajes.

Leonardo:[Natalie López, ¿qué le dijiste a la abuela sobre Matilda?]

Leonardo:[La abuela ya tenía una mala impresión de Matilda, y ahora que le contaste sobre tu mudanza, ¡me amenazó diciendo que si no te traigo de vuelta a El Palomar, no dejará pasar a Matilda!]

Leonardo:[¿Qué le dijiste a la abuela para que te apoye incondicionalmente? ¡Le expliqué que fuiste tú quien decidió mudarte y ella ni siquiera me creyó!]

Al leer estos mensajes de Leonardo defendiendo a Matilda López, Natalie no mostró ninguna expresión particular. Simplemente borró los mensajes y salió de casa para ir a trabajar.

Pronto llegó el fin de semana, y Natalie se preparó temprano en casa, esperando la llegada de Josefina.

Sin embargo, para su sorpresa, el coche que se detuvo frente a su villa era el de Leonardo. Tras dudar un momento, finalmente abrió la puerta trasera del coche y se dispuso a entrar.

-Siéntate en el frente.

Natalie lo miró brevemente y respondió con tono apacible, -Preferiría sentarme atrás para

charlar con la abuela.

Josefina, ansiosa por reconciliar a la pareja, intervino rápidamente, -Natalie, más tarde en el asiento trasero también irá mi viejo amigo, y tres personas serían un poco apretadas. Será mejor que te sientes en el frente.

Al oír esto, Natalie se sintió un poco impotente y sólo pudo ir a dirigirse al asiento del copiloto.

Si Natalie hubiera sabido que Leonardo también iba a ir, habría rechazado la invitación de C0ntent © 2024 (N/ô)velDrama.Org.

Josefina desde el principio.

Apenas se sentó en el coche, Leonardo se inclinó repentinamente hacia ella.

Natalie se sobresaltó y se movió bruscamente hacia un lado, golpeándose la frente contra la

ventana del coche con un sonido sordo.

Frunció el ceño, mirando a Leonardo con una expresión de alerta.

-¿Qué pretendes hacer? -La expresión de Leonardo era fría-. Ayudarte a abrocharte el cinturón de seguridad.

-No es necesario, puedo hacerlo yo

misma.

Al ver que Natalie se había abrochado el cinturón de seguridad, Leonardo no dijo más, aunque su expresión se endureció un poco.

Josefina, observando desde atrás, se sentía preocupada. Parecía que el conflicto entre los dos

no era menor.

Incluso cuando Natalie y Leonardo habían tenido disputas en el pasado, Natalie nunca había

sido tan fría con él.

El viaje transcurrió en silencio hasta que llegaron a la entrada del resort, donde Natalie se dio cuenta de que la historia de Josefina sobre recoger a un viejo amigo era solo una excusa.


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